"Primero intentó sacar del lecho la parte inferior del cuerpo. Pero esta parte inferior -que por cierto no había visto todavía, y que, por lo tanto, le era imposible representarse en su exacta conformación- resulto ser demasiado difícil de mover. La operación se inicio muy despacio. Gregorio, frenético ya, concentró toda su energía y, sin pararse en barras, se arrastró hacia delante.